¿POR QUÉ HAY MALA HIERBA?
- seminariomayortuxp
- 23 jul 2017
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Sab 12, 13.16-19; Sal 85; ROM 8, 26-27; Mt 13, 24-43
XVI domingo del tiempo ordinario, Ciclo A
23 de julio de 2017
Cuando Dios creó todo, nada hizo mal; todo lo hizo de manera perfecta: plantas, animales y por supuesto al ser humano. El mismo libro del Génesis afirma al término de la creación: “y vio Dios que todo era bueno”.
A pesar de ello el texto del evangelio, concretamente en la parábola de la cizaña cuestiona ¿Por qué hay mala hierba? ¿Por qué hay cizaña? El evangelio da la respuesta: Un enemigo del amo, la ha depositado.
Hay mala hierba porque cada quien es libre de elegir el bien y el mal. Sabiendo las consecuencias de una u otra opción, a veces se elige de manera equivocada. Ejemplo: “robar”, “matar”, etc.
Hay mala hierba porque cada quien tiene una inteligencia para descubrir el bien del mal. Y cuando la inteligencia no está bien educada, se distorsiona o justifica el mal, pasándose como un bien. Hay mala hierba porque muchos seres inteligentes tienen la capacidad o el arte para engañar y hacer ver que ciertas cosas son buenas y realmente no es así. Ejemplo: “aborto”, “eutanasia”, etc.
Hay mala hierba porque cada quien tiene voluntad para tender aquello que la inteligencia le presenta como bueno o malo y por libertad y voluntad se opta por lo que cada quien desee.
Hay mala hierba porque la maldad se ha hospedado en el corazón de varios seres humanos. Lo más desgarrador es que muchos viendo no ven, oyendo no oyen. Es decir la maldad se ha instalado tan fuerte en el corazón de muchas personas que se han vuelto insensibles; por tanto, ya no sienten nada al dañar de diversas maneras a otros seres. Lo más cínico es que se gozan de tanta maldad. Ejemplo: “el supuesto extraditado y todos los que están detrás de tantas maldades que siguen lacerando el País”.
Hay mala hierba sobre todo en aquellos que no han tenido un encuentro personal con Jesús. Esto se debe a varias razones: no creen o no ha habido quien comunique a Jesús, hay rechazos a su propuesta evangélica, etc.
Hay mala hierba porque ha sucedido que algunas personas han tenido encuentros con Dios; pero por ser inconstantes, no perseverar, por las tribulaciones, persecuciones, preocupaciones de la vida, por tener decepciones por la justicia que impera en el País, por las seducciones de las riquezas, etc. por todo esto y algo más, acaban por darle cabida en su corazón a la maldad.
¿La solución ante ello es cortar la mala hierba y dejar que el trigo crezca sólo? Esta es la tentación que siempre ha estado presente. La solución que Jesús propone no es arrancar la mala hierba porque al cortarla se puede cortar también el trigo.
Jesús propone que crezcan juntos, ¿Por qué dejar que crezcan juntos? Hay que creer que es mayor la fuerza de la buena semilla, hay que tener fe y esperanza que la maldad se puede convertir.
A los desesperados por arrancar el mal se les puede preguntar: ¿Quitar la mala hierba es quitar de base la raíz toda maldad? ¿Qué mano, pie, ojo, es realmente el que amerite ser aniquilado o dejado de tu ser por qué con ello cometes maldades o bondades? No cabe duda que el mal se instala en cada corazón por la simple y sencilla razón de qué se ha dejado de realizar el bien. Cada mal siempre es ausencia de un bien. Es la ausencia de Dios en tu vida.
Pregúntate: ¿Haces siempre el bien que debes y puedes hacer para darte la facultad de quitar el mal de raíz? Claro que no, porque para poder realizar siempre el bien es necesario encontrarse con la semilla del reino que es Jesús. Por tanto, cada maldad es ver que cada ser ha dejado de encontrarse con la semilla del reino (Jesús); pero… ¿Si te has encontrado con Él por qué has dejado de hacer el bien?
Cada uno no es trigo puro para atribuirse la facultad de arrancar la mala hierba. Nadie es inocente. La falta de pasión por el reino es el mismo testigo de tu cizaña, él es el testigo del bien que nunca has hecho.
Pbro. Gilberto Lorenzana González
Formador en el Seminario
Diócesano de Tuxpan
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